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1. Pon límites razonables a las cosas
En lugar de considerar tus elecciones como un todo o nada, decide poner límites razonables a las cosas y vivir según esos límites.
¿Por qué funciona esto? Con la mayoría de las cosas en la vida, hay una curva de satisfacción en juego. Eliminar todo el gasto en algo que amas conduce a la miseria, pero tener demasiado se convierte en ganancias rápidamente decrecientes, donde se convierte en rutina. Sin embargo, cuando se convierte en rutina, continuamente estás asumiendo riesgos y / o gastos sin mucho valor adicional por cada vez que disfrutas.
A menudo convertimos esto en una opción u otra, pero la verdad es que hay un término medio. Comprar libros Kindle a un ritmo que coincida con mi ritmo de lectura (junto con los libros de la biblioteca) es un buen ejemplo: si me permitiera tener rienda suelta, gastaría mucho más, pero terminaría con una tonelada de libros sin leer.
Establece un límite claro para ti por adelantado y sigue ese límite, como solo cinco cafés Starbuck al mes. Descubrirás que la mayor parte del valor que obtienes de esa experiencia ya está presente con una parte relativamente baja del riesgo y el gasto.
2. Automatiza tanto como sea posible
Un elemento de riesgo que la gente a menudo pasa por alto es nuestra propia mala toma de decisiones en el calor del momento. Por ejemplo, podríamos idear un gran plan de inversión, pero elegimos no invertir realmente cada mes, o tenemos un excelente plan de pago de deuda, pero se desmorona porque no hacemos ese pago adicional de la deuda.
Una excelente forma de evitarlo es automatizar tus decisiones tanto como sea posible. Elabora un buen plan financiero y luego haz que esa elección sea automática en el futuro.
Un gran ejemplo de esto son los ahorros para la jubilación. En lugar de depender de ti mismo para recordar continuamente y elegir hacerlo manualmente, configura una contribución automática a tu cuenta de jubilación con cada cheque de pago o una transferencia automática cada mes a tu fondo de emergencia.
¿Cómo se aplica la automatización a las opciones no financieras? Puedes optar por organizar una reunión semanal con tus amigos en un parque y ponerlo como un evento programado en tu calendario, luego optar por minimizar el contacto social fuera de eso. Programar eventos repetidos hace que sea fácil simplemente hacerlos y apegarse a ellos con un mínimo de pensamiento o toma de decisiones. Esto se conoce como bloqueo de tiempo o programación de bloque.
3. Diversifica tus inversiones y elecciones personales para adaptarte a tu tolerancia al riesgo
Todos tenemos diferentes tolerancias al riesgo, tanto en finanzas como en otros aspectos. Esto no se debe solo a cómo vemos el mundo internamente, sino también a las diferencias en nuestras vidas. Es probable que un padre que viva en casa con un hijo que tiene un trastorno autoinmune reaccione de manera muy diferente al riesgo de COVID-19 que un joven soltero en perfecto estado de salud. Eso tiene poco que ver con su tolerancia al riesgo interno, sino más bien con las cosas que tienen en su plato de las que preocuparse. Diferentes personas valoran las cosas de manera diferente: algunas personas obtienen menos valor de las grandes reuniones sociales, por lo que pueden ver la recompensa que obtienen por el riesgo como menos valiosa para ellos.
Lo mismo ocurre con las finanzas. Algunas personas pueden simplemente tolerar los riesgos para sus finanzas más que otras, y la misma persona puede cambiar el riesgo relativo de sus inversiones a lo largo de su vida a medida que cambia su situación.
Aquí está la clave: aprende sobre las decisiones que debes tomar y piensa en tu nivel de riesgo que sea aceptable para ti, y toma decisiones personales. No tienes que seguir las recetas y reglas establecidas por un gurú financiero o por tu amigo de la calle. En su lugar, dedica tiempo a aprender lo que está sucediendo a partir de una variedad de fuentes, no solo las que refuerzan lo que ya piensas y luego toma decisiones que reflejen la cantidad de riesgo que personalmente toleras. Se fuerte y confiado en esas decisiones.
4. Centrarse en el proceso sobre los resultados inmediatos
Una estrategia final es mirar siempre el panorama general de tus pequeñas decisiones individuales y concentrarte en el proceso general en lugar de en los resultados inmediatos.
Aquí encaja realmente una analogía con la dieta. Muchas personas quieren ver resultados inmediatos cuando hacen un cambio en la dieta, pero la verdad es que un cambio significativo en el peso toma tiempo. No es el resultado de elegir no comer helado una vez, sino la culminación de muchas elecciones individuales. Concéntrate menos en la decisión individual de comer o no comer helado y, más bien, observa cómo esa decisión es parte de un panorama general. ¿Cuál es el gran proceso aquí? O, para decirlo de otra manera, ¿qué elegiría aquí la persona sana en la que te estás convirtiendo?
Con tus finanzas, no te obsesiones con la tentación de una compra en particular en el momento. Más bien, da un paso atrás y observa el panorama general, el que equilibra el placer en el momento con las metas a largo plazo que tienes para tí mismo. Nuevamente, confía en el proceso en lugar de en la tentación del momento.
