Finanzas

10 hábitos de consumo inteligente que puedes incorporar para gastar MUCHO MENOS.

El consumo inteligente y responsable está tomando cada vez mayor relevancia en las generaciones nuevas económicamente activas esto se debe a los escenarios altamente cambiantes, al mismo tiempo las generaciones anteriores, se han visto obligadas a optar por nuevos hábitos de compra. Desde hace tiempo, de hecho, las tendencias verdes, de comercio justo, consumo colaborativo y los modelos de negocio de responsabilidades compartidas se han ido incrementando, pero al parecer, a la hora de tomar acciones específicas personales de consumo inteligente, como se diría coloquialmente, estamos dando palos de ciego. Esto quiere decir que compramos sin fijarnos metas y tenemos conductas o hábitos de consumo mal estructurados. 

El consumo responsable e inteligente significa mucho más que solo encontrar el precio más bajo; es la capacidad que tenemos de tomar buenas decisiones cuando elegimos un producto o servicio y eso se trata de un tema mucho más amplio.

Para ayudarte a conseguirlo, aquí te dejamos 10 hábitos de consumo inteligente que puedes incorporar en tu día a día.

1. Sácale provecho a internet

Se acabaron esos días donde para poder comprar un artículo debes comparar calidades y precios y comprar en distribuidores cercanos a tu casa. Ahora con internet puedes comprar artículos desde prácticamente cualquier lugar del mundo. Solo te debes informar de las nuevas formas de pago en línea y utilizalas; puedes comparar tus artículos entre los distintos mercados digitales como Amazon, E-Bay, Mercado libre o Alibaba  por hablar de los más importantes; dale también una oportunidad a las plataformas que tienen objetivos de comercio más justos o acércate directamente a los productores. Ingresa a la información del producto que piensas adquirir y contacta a los productores y/o vendedores de primera mano utilizando sus redes sociales, también puedes buscar aplicaciones que podrían ayudarte a comprar mejor.

2. Distingue entre necesidades y deseos

Hay necesidades que son básicas como un techo, los alimentos, vestimenta, etc., y necesidades que son distintas (pero estas son igual importantes para nuestro bienestar mental) como la autorrealización, el reconocimiento y la trascendencia. También están los deseos que son las cosas sin las que podríamos vivir bien básicamente (generalmente los lujos). No está mal darnos un “gustito” de vez en cuando, el problema está cuando no tomamos en cuenta las prioridades y desatendemos las necesidades realmente importantes por darnos esos lujos o los adquirimos mediante la deuda limitando nuestros  futuros ingresos por un placer superfluo. Ten en cuenta que los lujos se deben comprar con dinero que ya trabajaste y después de haber atendido las necesidades, el ahorro y la inversión. Es decir, esos “gustitos” son el último eslabón de tu cadena financiera.

3. No hagas compras importantes cuando estés alterado emocionalmente

Estar estresado, deprimido o contento podría generalmente opacar nuestra capacidad de tomar una buena decisión financiera, por ese motivo por muy estable que seas, nunca está demás desarrollar la inteligencia emocional. Esa decisión te ayudará a tener mejores dividendos financieros pues una mente calmada e informada, tiende a tomar buenas decisiones monetarias. Para esto puedes tomar algunos cursos de resiliencia, filosofía o psicología para la resolución de conflictos; esto te dará las herramientas emocionales necesarias para cuando las necesites. 

4. Cuida los recortes en tu presupuesto

En tiempos complicados financieramente hay que hacer recortes generalmente. Sin embargo, hay gastos que no debes reducir a menos que esto sea completamente necesario. Estos gastos son los relacionados con tu acceso a la tecnología, información, salud, inversión y educación, porque aunque se vea como un recorte pequeño tiene un gran costo a largo. En otras palabras, esa reducción del gasto que hagas hoy, podría convertirse en un costoso error el día de mañana. 

5. Conoce tus derechos

Derecho a elegir: Nadie puede presionarte o condicionar en la compra de algo. 

Derecho a no ser discriminados: Por ninguna razón.

Derecho a la compensación: Si un proveedor te vende un servicio o producto que está dañado o es de mala calidad, tienes derecho a devolución o reposición de tu dinero. 

Derecho a exigir el cumplimiento de la publicidad: La publicidad debe ser veraz, comprobable y  engañosa. Lo que esta prometa es exigible como parte de un contrato.

6. Adquisición sustentable y solidaria

Que tu consumo sea lo más cordial posible con el ambiente, optar por productos artesanales, de empresas socialmente comprometidas, con políticas laborales justas y/o procesos de producción limpios, evade los productos de “usar y tirar”, compra el contenido y no el envase donde este viene.

7. Cuidado con la publicidad

La publicidad fue planeada para persuadirte, antojarte, implantarte necesidades falsas o incitarte temores injustificados. Mucho más hoy que la publicidad híper fraccionada de las redes sociales pueden localizar su público objetivo de una manera sorprendente. Esto es posible por toda la información personal que revelamos en nuestros medios sociales, así que consérvate reservado con la información personal que divulgas en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, etc., o cuando descargas a esa aplicación indefensa de perritos y gatitos que te pide acceder a toda la información de tu smartphone. Recuerda que cuando algo es gratis, entonces, el producto eres tú. 

8. Recicla 

Donde muchos ven sobras, otros ven dinero potencial. Reciclar no solo será bueno para el planeta, lo que se podría ser tu próximo gran negocio y fuente de ingresos si das un poco de valor agregado e innovación. Muchas veces solo debes girar unas cuantas tuercas y listo. 

9. Compra saludable

Comprar cosas que perjudican tu salud no solo es una malísima decisión, además acarrean costos ocultos de largo plazo, como procedimientos médicos que se deberán cubrir en el futuro.

10. Considera la inflación

La inflación significa el alza de manera generalizada de los precios. Dicho de otro modo, cuando oyes en las noticias que la inflación será del 4% durante el año, esto significa decir que lo que te costaba mil soles al inicio del año, al final del mismo te costará mil cuarenta soles. Sin embargo, debes recordar que este cálculo es un promedio, por lo que según los productos que consumas podrías estar pagando más o menos que ese promedio. 

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